Esquiar en Semana Santa es una excelente idea para poner el broche de oro a la temporada de esquí y aprovechar los últimos días de nieve de las estaciones. Las últimas nevadas fuertes que suele haber en mayo dejan buenas capas de nieve y los cielos azules y un clima cada vez
más cálido y con más horas de luz propician el momento idóneo para exprimir las pistas al máximo.

Ahora solo queda elegir en qué pista quieres vivir la experiencia este año. Val Thorens, en Los Alpes, es la estación con mayor altitud de Europa, en Formigal encontrarás más de 2.684 metros de pistas, si eres amante del “fuera de pista” no puedes dejar de visitar Baqueira Beret y, si lo tuyo es el après-ski, Cerler, en el Pirineo Aragonés es tu sitio ideal para disfrutar tras un largo día de nieve.