Visitar Nueva York es un sueño para muchos viajeros, pero contemplarla desde las alturas es una experiencia que la transforma por completo. Conocida por sus rascacielos, no hay mejor manera de entender su magnitud que viéndola desde alguno de sus impresionantes miradores o azoteas.
Por eso, te llevamos a descubrir las mejores vistas panorámicas de ‘la Gran Manzana’, para conocer la ciudad desde otra vertiente.
Los grandes clásicos: Empire State, Top of the Rock y One World Observatory
Hay tres miradores icónicos que nunca deben faltar. Uno es el Empire State Building: con su estilo Art Decó y vistas de 360 grados, es una leyenda viva que te permitirá contemplar Manhattan desde ese ángulo que hemos visto mil veces en películas. Eso sí, vivirlo en directo no tiene comparación.
El Top of the Rock, ubicado en el Rockefeller Center, ofrece una de las vistas más completas de la ciudad, ya que desde aquí se puede ver el Empire State y Central Park. Es especialmente recomendable al atardecer, cuando la ciudad se tiñe de dorado y empieza a iluminarse poco a poco.
Y también el One World Observatory, en la cima del One World Trade Center, que ofrece la vista más alta de la ciudad desde sus 541 metros. Su ascensor te lleva a lo más alto en apenas 47 segundos mientras proyecta en las paredes un viaje histórico por la evolución de Nueva York. Las vistas del río Hudson, Brooklyn y la Estatua de la Libertad son impresionantes.
Las novedades: The Edge y Summit One Vanderbilt
Hay dos nuevos miradores en Nueva York que están revolucionando la forma de ver la ciudad: The Edge y Summit One Vanderbilt.
The Edge, en Hudson Yards, es el mirador exterior más alto del hemisferio occidental. Su plataforma en forma triangular sobresale del edificio y tiene un suelo de cristal que permite ver el vacío bajo tus pies. Las vistas hacia el sur de Manhattan y el río son espectaculares, e incluso se puede escalar por el exterior del edificio con arnés.
Por otro lado, el Summit One Vanderbilt, junto a Grand Central, es una propuesta inmersiva y artística. Ofrece unas vistas espectaculares del Empire State, y su interior está lleno de espejos, instalaciones artísticas, salas con globos flotantes y terrazas al aire libre. Una experiencia futurista en la que se vive la altura de forma sensorial.
Azoteas con encanto
Además de los grandes miradores, Nueva York está llena de azoteas con vistas espectaculares donde puedes tomar algo mientras disfrutas del skyline. Son ideales para una tarde de relax, una cita romántica o una noche con amigos.
Uno de los clásicos es 230 Fifth Rooftop Bar, con vistas directas al Empire State. En invierno reparten mantas y colocan iglús climatizados para que puedas seguir disfrutando del ambiente pese al frío. En verano, es perfecto para ver la puesta de sol con un cóctel en la mano.
The Roof at Public Hotel, en el Lower East Side, ofrece un ambiente moderno, DJ’s en directo y una panorámica urbana que mezcla rascacielos y tejados más bajos. Y una opción más exclusiva es la de Le Bain, en el Hotel Standard (Meatpacking District), donde además de cócteles y música hay una bañera de hidromasaje y pista de baile.
Por otra parte, si buscas algo más tranquilo, el Harriet’s Rooftop en el 1 Hotel Brooklyn Bridge ofrece un atardecer maravilloso. Con vistas del skyline de Manhattan desde Brooklyn, es una de las mejores postales de la ciudad.
Brooklyn, Queens y más allá
Aunque Manhattan acapara las miradas, es recomendable alejarse un poco para tener una vista completa de la ciudad. El mirador del Brooklyn Heights Promenade nos muestra un precioso downtown de Manhattan, especialmente de noche.
En Queens, el parque Gantry Plaza State Park en Long Island City es un secreto bien guardado. Sus bancos junto al río, su skyline reflejado en el agua y la tranquilidad del entorno lo convierten en uno de los mejores lugares para ver el atardecer.
También puedes subir al Roosevelt Island Tramway, un teleférico que conecta Manhattan con Roosevelt Island. El trayecto es corto, pero ofrece unas vistas aéreas diferentes y muy originales sobre el East River.
Consejos prácticos
Antes de lanzarte a conquistar los cielos de Nueva York, conviene tener en cuenta algunos consejos. Primero: reserva con antelación las entradas a los miradores más populares, especialmente si quieres ver el atardecer. Las horas doradas se agotan rápido.
Te recomendamos combinar miradores de día y de noche. Por ejemplo, sube al Top of the Rock por la tarde para ver la transformación del skyline con la puesta de sol, y visita The Edge de noche para ver la ciudad iluminada como un tablero de luces.
Si vas a visitar rooftops, recuerda que muchos tienen código de vestimenta y sólo permiten el acceso a mayores de 21 años. Y no te olvides de llevar la cámara o el móvil con batería y memoria suficiente: querrás capturar cada ángulo de esta ciudad vertiginosa que, desde las alturas, se vuelve aún más mágica.