Es el momento perfecto para reconectar con uno mismo y si hay un viaje que nos permita hacerlo es el Camino de Santiago. Una aventura que se remonta siglos atrás y que nos permite hacer una introspección y, no solo conocernos a nosotros mismos, sino personas y parajes que nos marcarán para siempre.
Las posibilidades para realizar el Camino de Santiago son casi infinitas. Podemos elegir entre el camino Inglés, el Francés, el Portugués, el Primitivo o el del Norte, pero en este momento actual en el que conocer nuestro patrimonio turístico es tan apetecible, te vamos a acompañar en las mejores paradas del Camino del Norte.
El camino del Norte
La ruta del Norte, como su nombre indica, recorre toda la costa norte de nuestro país, de este a oeste: saliendo desde Irún y llegando a Compostela. Esta ruta, que tiene unos 820 kilómetros, nos dejará con la boca abierta por sus verdes paisajes entre el mar cantábrico y las montañas que delimitan la costa.
Aunque todo el camino es digno de mencionar, es importante saber que pasaremos por grandes ciudades como San Sebastián, Bilbao, Santander, Gijón, Avilés u Oviedo, pero también por pintorescas poblaciones costeras y por numerosos pueblos de interior.
Iniciamos nuestra aventura en el Puente de Santiago, que conecta Hendaya con Irún y que nos va a marcar la dirección para completar esta ruta que se divide en 34 etapas y que nos va a llevar a lugares como los siguientes.
Comillas
Cuando llegamos a la localidad cántabra de Comillas, llevamos ya unas cuantas etapas a nuestras espaldas. Venimos de Santillana del Mar (localidad que merece la pena también visitar con calma para poder ver su Colegiata y claustro romano) y aquí pondremos fin a nuestro paso por Cantabria.
No podemos pasar por Comillas sin visitar el palacio modernista de El capricho, un edificio de Antoni Gaudí que plasma su peculiar estilo a la perfección. Otras huellas modernistas que no nos podemos perder son la Universidad Pontificia o el Palacio de Sobrellano.
Si el tiempo acompaña, un baño en la playa urbana de Comillas, de arena dorada y oleaje moderado, es un buen plan para antes de continuar con la ruta.
Ribadeo y La playa das Catedrais
Ribadeo es la entrada de nuestra ruta en tierras gallegas. Declarada en 2004 Bien de Interés cultural como conjunto histórico, durante la época medieval tuvo mucho peso comercial que se puede apreciar en los edificios que pueblan el casco antiguo de esta villa. También debemos bajar al muelle para admirar las vistas de la Ría del Eo.
Otro de los grandes atractivos de Ribadeo es su cercanía a la famosa playa das Catedrais, una de las más bonitas del mundo y singulares por el trazado de grutas, pasadizos y arcos esculpidos por el mar a lo largo de los siglos. Es espectacular en momentos de marea baja. Durante los meses de verano y temporada alta hay que conseguir una autorización para visitarla, ya que el aforo es limitado.
Mondoñedo
Una vez en Lugo nos encontramos con el bonito pueblo de Mondoñedo. Su Catedral, que cuenta con el emblema de Patrimonio de la Humanidad desde 2005, es apodada «la catedral arrodillada» por su escasa altura desde la base y sus características proporciones. En nuestra visita no podemos dejar de lado el interior de la catedral mientras admiramos como la luz pasa por los rosetones de la fachada.
Mientras paseamos por su casco histórico, sorprendentemente bien conservado, un gran edificio detrás de la catedral llama nuestra atención. Se trata del Real Seminario conciliar de Santa Catalina, que alberga una de las bibliotecas más importantes de toda Galicia.
Antes de continuar con la ruta, merece la pena visitar también el Santuario de los Remedios, el Hospital de San Pablo y el Convento de la Concepción.
Santiago de Compostela
Las últimas etapas de nuestra ruta discurren realmente por el Camino Francés, ya que es la forma que tenemos de alcanzar Santiago de Compostela. Una vez en Santiago podemos acudir a la oficina del peregrino y solicitar la Compostela, nuestra acreditación como peregrinos.
Nos parece obligatorio visitar la Catedral, donde podremos acudir cada día a la Misa del Peregrino. Una vez allí nuestra atención se irá a numerosos detalles, pero no podemos dejar pasar dos: el famoso botafumeiro y el Pórtico de la Gloria, obra cumbre de la escultura románica.
En la misma plaza donde se encuentra la Catedral, la plaza del Obradoiro, llama también la atención el Hostal de los Reyes Católicos y el colegio de San Jerónimo. Y sobre todo descansar y disfrutar del ambiente de la plaza, donde confluyen numerosos peregrinos que como nosotros acaban su camino.
No podemos irnos de Santiago sin disfrutar de su gastronomía y los maravillosos vinos de la zona, que seguro que nos ayudarán a reponer fuerzas tras tantos días de ruta.
Un extra: Fisterra
Para muchos peregrinos, sin embargo, el camino no acaba hasta que no llegamos al «fin del mundo». Hablamos del Cabo de Fisterra. Los romanos pensaban que era el punto más occidental de la tierra y que el mundo se acababa aquí. Es fácil de entender si nos paramos a contemplar la inmensidad del océano desde el mirador del faro (y si es con la luz del atardecer, todavía más). Un broche de oro para este viaje de conexión y descubrimiento.
Comments:
2 thoughts on “Paradas imprescindibles en el Camino de Santiago del Norte”
La fe que llevaban esos peregrinos del medioevo ya no es posible de recrear,solo nos queda recorrer el camino para que algo nos alcanca el alma
Buenos días Hugo,
Actualmente hay muchas motivaciones para hacer el Camino de Santiago, desde la fe y la introspección hasta un viaje más lúdico para admirar estos paisajes, todo depende de cada viajero y eso es lo bonito, que todos podemos recorrer un mismo camino y vivirlo de diferentes maneras.
Un saludo,